jueves, 30 de mayo de 2013

XVI

"¿Sabemos por qué matamos? ¿Lo sé yo, lo sabe Lorenzino? ¿Podemos asegurar que entendemos algo de alguien, cuando atravesamos las capas obvias de la superficie y nos adentramos en lo más profundo? ¿Nos entendemos a nosotros mismos? Tantos elementos sutiles, delicados, ignotos, juegan cuando cumplimos cada acción -la de matar a un hombre o la de amar a otro- que en verdad para comprender cualquier sentimiento y cualquier actitud, aun las aparentemente más simples, deberíamos dedicar nuestra vida entera  a desmontar, pieza a pieza, el misterio de las razones acumuladas, entreveradas, y aún así probablemente se nos hurtaría lo principal."


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